Pues nada. Acabo de volver de Gandía, después de casi 15 días de playita, sol, chiringuito y fiesta. Está claro que lo bien que se lo pueden pasar un grupo de tías veinteañeras en un sitio playero es poco superable. Hemos hecho amigos por todos lados: en el chiringuito de la playa, donde nos invitaban cada vez que íbamos a un chupito de anís, en los sitios de copas, con esos relaciones simpáticos que nos invitaban siempre a chupitos buenos, ese valenciano que nos llevó dos veces en la furgoneta a Bacarrá, el chulo-putillas del que se enamoró Gemita por un par de días... Claro que también había los típicos pedorros coñazos que no te dejan bailar en paz, pero es lo de menos. Creo que he sido la única de mis amigas que no he ligado por ahí, pero no es nada raro teniendo en cuenta que, o ignoro a los que me llaman, o suelto una bordería al que se me acerca, o le digo al chaval que me invita a bailar en la fiesta de la espuma que es que soy muy cortada y como que no bailo (falsa que soy! xD).
Nos han pasado tantas cosas que creo que necesitaría un blog entero para contarlas. Así que valga decir que ha sido un viaje muy muy especial.
P.D: Qué ganas tengo de tener las fotitos :D
El sábado me voy de boda. Qué bonito. La boda de una de las primas de mi adjunto, allí lejos cerca de los Pirineos. Con mi vestidico de Zara y mi chal comprado en el metro y mis pendientes de un euro. Monísima, claro que sí. Pienso estar divina y apañarme un moño menos churro que el de costumbre para que todo el mundo le diga a mi suegro, que es tío de la susodicha novia, aquello de "qué guapa es la novia de tu hijo". Ya que mi suegro no parece soportarme mucho, pues al menos que tenga que aguantarse y decir que sí, vamos, digo yo.
Y luego me bajo a Gandía con mis compañeras de clase, que me obligarán a enseñar las tetas en la playa y a no ser la cerda que acostumbro en mi propia casa. Eso sí, que no me hagan cocinar si no quieren morir de hambre.
Así que espero volver morenita y con ganas de seguir el verano allende los mares, aunque sea aquí en mi Madrid, tragando asfalto y aire acondicionado. Y a leer mucho que es lo mejor del verano.
Así sea ;)
Es tan maravilloso... Llegar a tu casita por fin...y encontrarte con ese engendro al que estás obligada a llamar hermano, que en cuanto tus padres salen por la puerta empieza a darte por culo, se queda con el dinero para los imprevistos y te empieza a minar las fuerzas... Cabrón, cabrón y mil veces cabrón. Eso es mi maldito hermano. Una de esas cosas ruines que tanto detesto. Y me ha tocado a mí.
Sólo hace dos horas que llegué a casa. Y ya estoy jodida. Sólo 4 días que pasar a solas con este niñato que cree saberlo todo antes de llegar a los dieciocho. Y ya estoy deseando que se acabe el infierno que me espera... Mierda.
Bueno, ya están todas las notas y todo el rollo. Al final no suspendí lo que creía que iba a suspender, así que bien puedo darme por satisfecha. Acabo de llegar a Granada con aquí el adjunto presente, ya he saludado a mi familia política y ya he superado las primeras preguntas típicas y de rigor: "Las notas muy bien". "En Madrid mucho calor, sí", etc. Por suerte, creo que lo voy haciendo mejor después de 20 meses. Ya me vale xD.
He conducido un par de ratos el coche para venir. Con el gigantesco acojone y consiguiente temblor más que correspondiente al tener que pasar a esos camiones gigantescos que se cruzan en el triste camino de una chica L como yo, que se sacó el carné hace 3 meses y ha cogido un coche desde entonces una triste vez por cada mes. De no conducir ya se me ha olvidado, y además es que cada vez que me atrevo a tocar el diesel de mi adjunto me sale peor. Ya ni te cuento cuando no tenga más excusas para mi padre y tenga que salir con el maldito gasolina viejo ese que tenemos en mi casa... Y es que otra vez toca dar la lata con la mierda de los coches. Si no es una cosa es otra, pero el caso es no dejar de sentirmenunca una maldita fracasada.
Y es que quién me mandaría a mí...